LA CRÓNICA
CRONICA DE MI ACCIDENTE
El día 31 de mayo del año 2016 me
levanté temprano, como de costumbre,
para ir a la escuela. Ese día estaba contento porque iba a jugar la gran final
de los juegos Supérate en microfútbol,
con la selección de mi antigua institución.
Cuando ya estaba listo para irme, mi
padre me dio un gran abrazo y me deseó mucha suerte. Salí de la casa para coger
un taxi, pero de la emoción que tenía, me fui en una moto.
Como de costumbre, de camino a la escuela iba escuchando música y
concentrado en el celular, interactuando con mis compañeros de equipo. Justo
cuando pasábamos por la calle 37-cr13, un moto taxista se voló la escuadra y
chocamos. El conductor de la moto en la que yo me trasportaba maniobró hasta
llegar a la orilla de la vía donde finalmente caímos, a los dos conductores no
les pasó nada, yo solo tenía unos pequeños raspones en los dedos y un leve
golpe en la rodilla derecha. Mientras los conductores discutían yo me fui en
otra moto para la escuela.
Pasadas las dos primeras horas de
clases la pierna me comenzó a doler, sin embargo, no le di mucha importancia a
ese dolor porque solo pensaba en el partido que tenía que jugar.
A la tercera hora de clases me tocaba
educación física en el coliseo, ya la pierna me dolía mucho y no me pude poner
en pie para caminar hasta el coliseo, dos de mis compañeros me ayudaron,
llevándome cargado hasta donde nos tocaban clases.
Luego de haber entrado a la clase, el
profesor Venancio y el DT de la selección me preguntaron qué me había pasado, les conté todo lo que
había sucedido y me llevaron a enfermería, la enfermera me examinó la pierna y
dijo que era algo grave y que tenía que ir con urgencia a un hospital.
El coordinador de la institución
llamo a mi padre y le dijo que fuera lo más rápido posible a la escuela. Pasados
unos 10 minutos, llegó mi padre y me
llevó al hospital más cercano donde me atendieron de inmediato. El ortopedista
me hizo varias radiografías y me encontró una fisura en la parte baja de la
rodilla y una ruptura de líquidos. Le dijo a mi padre que me iban a meter a
cirugía a primera hora del 1 de junio.
Finalmente me operaron, y duré 4 días
hospitalizado para garantizar que no había ningún otro problema con mi pierna. Pasados
los 4 días me dieron de alta y me fui a
casa. Mis compañeros me fueron a visitar y les pregunte como habían quedado en
el partido y me dijeron que habían perdido 4-3 en los últimos minutos, me dio una gran tristeza, pero a la vez me
sentí orgulloso porque habíamos quedado subcampeones.
Mi recuperación fue lenta y no pude
regresar a la escuela, en consecuencia de esto reprobé el año académico.
Me parece bien redactada su crónica sobre un acontecimiento de su vida
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